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Empresas Con Propósito

Empresas con propósito para un futuro compartido

empresas con propósito

Archivos mensuales: junio 2021

21gramos se une a la petición al Gobierno de España para que impulse una ley que introduzca la figura jurídica de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), una denominación que recoja a las empresas con mayores estándares de desempeño medioambiental, social y de gobierno corporativo. 

Nadie vería hoy la necesidad de aclarar que las empresas son como esas primeras compañías internacionales que, allá por los siglos XVII o XVIII, se dedicaban a comerciar con diversos bienes –y con personas– entre metrópolis y colonias. Tampoco que son esas grandes fábricas que hacinaban trabajadores y producían a destajo, como se producía en la efervescencia de la industrialización decimonónica. Entonces, con un pie y medio en el siglo XXI, ¿por qué continuar con el modelo caduco del capitalismo del siglo anterior, centrado únicamente en maximizar los beneficios del accionista sin tener en cuenta su impacto en la sociedad y en el planeta?

Bajo esa máxima, la reinvención o reseteo del capitalismo lleva años sobre la mesa con distintas denominaciones, planteada por diferentes agentes sociales y por entidades como el Foro de Davos o la Bussiness Roundtable. Esa transformación requiere la existencia de empresas comprometidas con un nuevo modelo de desarrollo que combine el propósito corporativo con los beneficios económicos, y desde las administraciones pueden y deben promoverlo. Por eso, desde B Lab Spain –la fundación que trabaja para el movimiento B Corp en España– han lanzado un manifiesto dirigido a los poderes públicos para el impulso de un nuevo modelo empresarial inclusivo y sostenible, que introduzca la figura jurídica de las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC).

Se trata de una denominación que reconoce e identifica legalmente a aquellas empresas que alcancen los estándares más exigentes en materia social, ambiental, de transparencia y de buen gobierno corporativo, en línea con lo establecido en la Agenda 2030, que establece un horizonte de transformación común para transformar el modelo productivo hacia uno más respetuoso con las personas y con el planeta. Así, bajo este nuevo paraguas se acogerían las sociedades mercantiles que en sus estatutos se comprometan a la generación explícita de un impacto positivo social y ambiental.

Empresas con propósito

Las Sociedades BIC, de adscripción voluntaria, serían sociedades de capital, anónimas o de responsabilidad limitada, que voluntariamente deciden cumplir los requisitos concretos en materia de propósito, sostenibilidad o buen gobierno, y estarían reguladas por la Ley de Sociedades de Capital y sus disposiciones específicas. Aunque se trata de una denominación nueva en España, en otros países como Francia, Italia o Estados Unidos ya se regulan este tipo de sociedades, que deben demostrar de forma periódica sus objetivos y actuaciones en materia social y ambiental, alineados con los propios Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Aunque se trata de una denominación nueva en España, en otros países como Francia, Italia o Estados Unidos ya se regulan este tipo de sociedades

Como empresa certificada B-Corp y activa dentro del movimiento, en 21gramos estamos convencidos de que promover a nivel jurídico un modelo empresarial sostenible e inclusivo es fundamental para garantizar una reconstrucción económica justa, sostenible y equitativa en nuestro país. Por eso nos hemos adherido al manifiesto y hemos firmado la petición, como también han hecho algunas voces relevantes de la talla de Iñaki Gabilondo, Ana Pastor, Nacho Dean, Daniel Innerarity, José María Lassalle o Carmen Pellicer, entre otros.

La pandemia que ha demostrado la interdependencia entre todas las personas y entre los seres humanos y el propio planeta también ha reforzado la idea de que otro ecosistema empresarial es posible. «Dentro de la gravedad de la crisis derivada de la COVID-19, tenemos la oportunidad de impulsar una visión transformadora de la economía y del papel de la empresa. Lo que hoy hagamos, como individuos y como sociedad, determinará nuestro futuro y el de las generaciones venideras. No hay tiempo que perder», reclaman los impulsores del manifiesto.

La publicación de este Manifiesto forma parte de un proceso iniciado con la publicación del Libro Verde de las empresas con propósito, promovido por B Lab Spain y Gabeiras & Asociados, que culminará con la presentación de la propuesta de Ley al Gobierno de España para que impulse legislativamente el cambio hacia el reconocimiento jurídico de esta nueva realidad corporativa.

Nosotros ya hemos mostrado nuestro apoyo a la iniciativa sumándonos a la petición a través de la plataforma EmpresasConProposito.net, la página específica que ha creado la Fundación B Lab Spain para que organizaciones y empresas españolas puedan unirse a la causa. Si tú, como ciudadano, quieres apoyar también el movimiento, puedes hacerlo sumándote a la campaña de recogida de firmas en Change.org, que busca involucrar a la sociedad en esta reivindicación y alcanzar una mayor visibilidad y repercusión.

Declaración de 21gramos sobre las empresas con propósito

Nuestra empresa se ha adherido a la causa Empresas con Propósito porque creemos firmemente que España necesita compañías inclusivas y sostenibles; compañías que, más allá de generar beneficios económicos, reduzcan la desigualdad, respeten el planeta, fortalezcan las comunidades y generen empleos de calidad. 

 Esta filosofía forma parte lo que somos. Es por eso que, en 21gramos, nos unimos a miles de empresas y personas para pedir al gobierno una ley que reconozca este modelo empresarial inclusivo y sostenible. Una ley que asienta los estándares y responsabilidades de las empresas con la sociedad y el planeta, tal y como ya existe en otros países como Francia, Italia, Reino Unido y los EUA.

 Al sumarnos a #EmpresasConPropósito, reconocemos que la ley española ya no responde a las necesidades y demandas de nuestra sociedad y el planeta. Hoy, más que nunca, necesitamos utilizar el enorme potencial de la empresa para arreglar los principales problemas sociales y ambientales que afectan nuestro país. Y esta es una oportunidad única para impulsar una solución legislativa que promueva la economía inclusiva y sostenible que tanto necesitamos todos.

Lgtbi

Compañías más conscientes, compañías más diversas

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Archivos mensuales: junio 2021

Por Asunción Blanco, ejecutiva de cuentas de 21gramos.

El acceso al empleo es una de las mayores dificultades para las personas LGTBI+ en España. Como agentes de transformación social, las compañías tienen la responsabilidad de colaborar para construir espacios seguros dentro y fuera de sus organizaciones.

El Mes del Orgullo se celebra en junio cada año desde 1969 con el objetivo de reivindicar los derechos del colectivo LGTBI+ y promover la igualdad real y la no discriminación de todas las personas que forman parte de él. Se considera que el movimiento moderno de derechos LGTBI+ se inició en Stonewall Inn (Nueva York) el 28 de junio de 1969 con una serie de revueltas después de que la policía irrumpiese en el pub, considerado un santuario para la comunidad, que terminó por convertirse en un levantamiento popular en el que participaron más de seiscientas personas. Más de 50 años después, muchas de las demandas de aquel momento siguen sin cumplirse: conseguir la integración completa del colectivo pasa por hacer un ejercicio de autoanálisis individual y colectivo y desaprender concepciones establecidas.

En España, el acceso al empleo es una de las mayores dificultades para las personas LGTBI+. Según arrojan datos procedentes de la FRA, la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en 2020 un 11% de personas homosexuales y bisexuales y un 37% de personas trans se han sentido discriminadas en procesos de acceso laboral, siendo el colectivo de mujeres transexuales el más afectado: pese a contar con la cualificación exigida, el 77% de mujeres trans reconoce haber sufrido discriminación a la hora de buscar empleo, pues son rechazadas por temor a que puedan resultar conflictivas para la compañía.

Luchar contra los prejuicios

Esos temores son fruto de los prejuicios que existen aún hoy en nuestra sociedad, que influyen en los sesgos inconscientes –precogniciones que nuestro cerebro hace automáticamente con el fin de agilizar nuestra toma de decisiones– y apuntalan conductas discriminatorias. Tomar consciencia de que estos sesgos existen y trabajar para eliminarlos en los procesos de selección y en el día a día laboral es una de las claves para luchar contra los estereotipos y conseguir que las compañías sean entornos más diversos e igualitarios para todos los empleados, independientemente de su edad, físico, condición u orientación sexual.

Como agentes del cambio social, las empresas tienen la responsabilidad de revertir esta situación dentro de su propia organización y fomentar con ello la promoción de una sociedad más diversa e inclusiva que trascienda el binomio hombre-mujer e incorpore las diversas identidades que se aglutinan en el colectivo LGTBI+, como afirma Naciones Unidas en su iniciativa Libres e Iguales, una campaña mundial contra la homofobia y la transfobia que cuenta con una guía de principios de conducta para las compañías.

Medio siglo después de aquellas reivindicaciones en Stonewall Inn, los avances han sido muchos, pero también es mucho lo que queda por hacer: el compromiso con la diversidad y la inclusión no finaliza, es un proceso constante y una forma de entender la vida. En su primer artículo, la Declaración Universal de Derechos Humanos afirma que todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos, pero a diario miles de personas se enfrentan a la discriminación por su etnia, edad, género u orientación sexual. Como sociedad, tenemos el poder de cambiarlo y luchar para construir el mejor mundo posible: nuestra libertad y dignidad está interconectada con la de los demás, y debemos mantenernos unidos para promover la empatía y el respeto en todas las áreas, entornos y formas que adopte la vida.

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Fuente: Principios de conducta para las empresas, ONU
EINF

EINF 2022: un ejercicio de reflexión con propósito

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Archivos mensuales: junio 2021

Por el Equipo de Consultoría Estratégica en Sostenibilidad de 21gramos.

En torno a 30.000 empresas tendrán que presentar en 2022 su Estado de Información No Financiera (EINF 2022) acompañando a sus cuentas anuales de 2021. ¿Sabes si la tuya es una de ellas?

Recientemente, en el artículo El dress code del reporting en sostenibilidad, avanzábamos las características de la nueva propuesta de Directiva de Informes de Responsabilidad empresarial, que pretende establecer un marco único de reporte que integre las crecientes normativas y exigencias en torno a la exhaustividad y transparencia en la gestión de la sostenibilidad. Además de favorecer la calidad de la información de los reportes, esta nueva propuesta apuesta por la adopción de un formato electrónico normalizado y un mayor control interno, introduciendo las sanciones por incumplimiento y la obligación de que los informes se sometan a verificación externa.

En esta ocasión, al hilo del estudio realizado por Grant Thornton sobre el reporte en las medianas empresas, desde 21gramos planteamos la necesidad de reflexionar sobre los beneficios y las implicaciones de una adecuada preparación del reporte para la implantación en las compañías de una gestión sostenible: en torno a 30.000 empresas tendrán que presentar en 2022 su Estado de Información No Financiera (EINF) acompañando a sus cuentas anuales de 2021.

¿Podemos considerar la legislación como un acelerador de cambios sociales?

En el caso de los reportes no financieros, su elaboración nace con la vocación de concienciar a las empresas sobre la importancia de cumplir con los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) y, por ello, suponen una ayuda de cara al progreso de las empresas en el ámbito de su gestión y contribuyen a que estas se encaminen hacia un futuro que, sin duda, es sostenible. Sin embargo, en España solo un 34% de las empresas reconoce la ayuda que supone, mientras que el 90% considera que la finalidad de los informes es de cumplimiento.

Precisamente por su carácter legal, el reporte forma parte de la agenda de la alta dirección, marca los tiempos y visibiliza los logros de las compañías. De cara a otros agentes, como los inversores e instituciones financieras, estos informes dan respuesta a la exigencia, hoy ya generalizada, de afianzar la sostenibilidad como una prioridad estratégica y avanzar hacia negocios tan verdes y tan responsablemente gestionados como sea posible.

Por ello, rotundamente, la normativa debe entenderse como un catalizador del impulso en el ámbito de la sostenibilidad que deben dar las compañías del siglo XXI, tanto por cuestiones de reputación, compromisos institucionales y corporativos, como por legislación y normativa internacional.

El reporte, la asignatura pendiente de las medianas empresas en España

Sorprende que, a pesar de los beneficios –y la obligatoriedad legal– que tiene la elaboración del informe, el 42% de los empresarios se han manifestado desconocedores de la ley sobre Información no financiera.

Como consultoras y activistas en sostenibilidad, el dato exige, como mínimo, hacer una urgente llamada a la acción. En junio, el contador se pone a cero y empieza la cuenta atrás para el reporte obligatorio de todas aquellas empresas que consolidan cuentas anuales, tienen más de 250 empleados y cumplen con uno de los dos requisitos de facturación (40 M€) o partidas de activo superior a 20 M€.

Calentando motores para el reporte del ejercicio 2021

En contraste con los anteriores, Grand Thornton señala que un 60% de las medianas empresas ya recogen los indicadores ASG y están preparándose para reportar. Es ahora, con un año por delante, cuando debe empezarse a recopilarse la información.

Otra información interesante que arroja el estudio es que ya sea por desconocimiento de la materia, porque ignoran los indicadores que deben reportar o porque no cuentan con las herramientas adecuadas, un 40% de las empresas encuestadas no han empezado todavía a trabajar en su informe.

Un 40% de las empresas encuestadas por Grand Thornton no han empezado todavía a trabajar en su informe

Sin embargo, la realidad es que muchas de estas empresas cuentan con políticas, acciones, planes de Responsabilidad Social e igualdad y otras medidas que reflejan requisitos legales, acuerdos laborales o buenas prácticas, pero desconocen que se encuentran tan solo a un paso de poder implantar un Plan de sostenibilidad. En definitiva, una hoja de ruta que contribuya a su progreso, les permita establecer bases adecuadas para el reporte y una herramienta de mejora continua y consolidación de su reputación.

A todas ellas: que no cunda el pánico. Contamos con un año para la preparación.

Entender la normativa desde su propósito

Objetivo 1: Concienciación

Recordemos que la Ley no obliga a las empresas a tomar medidas ambientales o sociales, sino que les exige que informen sobre las que toman: si no gestionan estos asuntos, deberán señalar que no lo hacen, con las consiguientes consecuencias frente a sus grupos de interés.

Por esta razón, es esencial elaborar un reporte con unas bases sólidas y un planteamiento previo del objetivo que ponga de manifiesto los beneficios de reportar, de acuerdo con el espíritu de una ley que pretende que este sea un ejercicio para concienciar a las empresas sobre la relevancia de gestionar correctamente los aspectos ASG.

Objetivo 2: gestión integral con perspectiva sostenible

El espíritu de la ley busca el impulso de una gestión integral de la empresa con perspectiva sostenible, es decir, donde se contemplen los impactos que la actividad supone para los grupos de interés, en la misma medida en la que se gestionan los riesgos y oportunidades que la empresa detecta.

En ese sentido, se debe establecer un diálogo con los grupos de interés y activar la escucha de la compañía para identificar los aspectos que son materiales para ambos. A través del análisis de materialidad, que tiene su base en la propia Ley de Información no financiera, se convierte este diálogo en una herramienta de mejora de la gestión idónea para saber cuáles son los asuntos relevantes que la organización debe incorporar y gestionar, pues son aquellos que preocupan y afectan a todos sus grupos de interés.

Este espíritu conlleva, además, plantearse un sistema de métricas adecuado sobre la que la empresa podrá pilotar su evolución en los próximos años a través de indicadores comparativos de mejora.

La utilización de herramientas de gestión y control de la información no solo facilitará la eficiencia, sino que contribuirá a reducir riesgos asociados al incumplimiento y a reforzar la reputación de las compañías como empresas sostenibles, al ofrecer garantías de calidad y control interno de la información. Además, las métricas también contribuyen a facilitar el proceso de verificación externa.

Hacia una comunicación sexy que ponga en valor los esfuerzos de las compañías

Además del rigor técnico, una parte clave a destacar en la realización del informe es la forma de comunicarlo: es posible sacar el máximo partido al esfuerzo de reportar y convertir la valiosa información recopilada en contenidos atractivos para su difusión en los canales disponibles para el diálogo con los grupos de interés; generar contactos con ellos y compartir conversaciones, facilitar la difusión de las buenas prácticas y, sobre todo, seguir detectando expectativas y las mejores maneras de cumplirlas.

Desde aquí nuestra felicitación a todas las empresas que, en 2022, tendrán la satisfacción de contar a sus grupos de interés sus éxitos individuales en la gestión de los grandes desafíos globales de 2021.

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Si necesitas asesoramiento para realizar este proceso en tu organización, contacta con nosotros. Somos expertos en sostenibilidad.

La hora de los valientes

Archivos mensuales: junio 2021

Si hacemos caso al pensamiento de Wittgenstein, los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo. En un entorno que parece cambiar cada vez más rápido, los límites, las palabras y la forma de usarlas también están en permanente transformación. ¿Qué queremos decir hoy cuando calificamos a una empresa como sostenible y a sus líderes como líderes del siglo XXI?

La primera y más importante lección que nos deja la pandemia es que somos interdependientes: vivimos en sociedad y nuestras decisiones y actos empresariales trascienden las fronteras corporativas. Otra, que la tecnología es la palanca de la innovación para solucionar los grandes retos de la humanidad; y, una tercera, que la sostenibilidad, de manera holística, debe ser una meta común para toda la organización y no circunscribirse a un departamento. Todo ello forma parte de una transformación cultural que es ya una prioridad: aunque todos los miembros de las corporaciones deben formar parte del cambio, son los CEOs y los Consejos de Administración quienes deben liderarlo desde el ejemplo. Debemos articular un lenguaje compartido que marque nuestra manera de pensar, hacer y contar dentro y fuera de la compañía.

«El nuevo liderazgo es aquel que, escuchando a la ciudadanía, conecta el desempeño de su organización con el anhelo común de un mundo más justo, humano y sostenible»

Hace ya años que empezamos a interiorizar el mensaje de que el beneficio de las empresas iría indiscutiblemente de la mano de su propósito y de su gestión implícita del impacto medioambiental y social con la mirada en el largo plazo. La pandemia no ha hecho más que demostrarlo: si no reconstruimos juntos un sistema en el que todos nos salvemos, no habrá sistema que salvar. Ante esta nueva realidad, también como ciudadanos estamos todos cada vez más implicados para hacerlo: ejercer el voto ya no es suficiente, puesto que asumimos que con nuestras propias decisiones construimos la sociedad que habitamos. El nuevo liderazgo es aquel que, escuchando a esa ciudadanía, conecta el desempeño de su organización con el anhelo común de un mundo más justo, humano y sostenible.

Empachados de la comunicación de buenos propósitos, hoy queremos saber qué –pero, sobre todo, cómo– lo están haciendo las compañías para conseguir las metas sostenibles que aparecen en la Agenda global. La honestidad del líder y de la propia compañía no son negociables: igual que aplaudimos nuestros logros, es hora de contar qué tenemos pendiente e incluso en qué no hemos obtenido los resultados esperados, superando el lenguaje triunfal de los discursos orientados a la satisfacción de los accionistas para apostar por una comunicación transparente que subraye el compromiso conjunto y la ambición de las organizaciones para seguir avanzando hacia el futuro que queremos.

Aunque la realidad compleja nos empuje a menudo hacia el escepticismo, existen motivos para ser optimistas: es la hora de los líderes valientes. Sabemos que aún queda mucho por hacer, pero que es el momento de hacerlo diferente porque el mañana empezó ayer, pero lo construimos –y lo contamos–, juntos, hoy.


(*) Marta González-Moro es CEO de 21gramos e impulsora del movimiento Marcas con Valores.


Esta tribuna fue publicada en el número de mayo de la Revista APD, especial sobre el panorama CEO. Puedes descargar la revista completa en este enlace

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