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Allí donde se encuentran creatividad y consciencia

Por Nico Ordozgoiti

¿Para qué sirve la creatividad?

La creatividad –entendida como herramienta comunicativa– sirve para muchas cosas. Sirve para dar que hablar. Para hacer reír. Para hacer llorar. Para crear marcas, hacerlas memorables, únicas y deseables.

También puede servir para vendernos como sostenible una marca que no lo es. Para presentar como saludable un producto que es todo lo contrario. O para perpetuar mitos e inercias (siempre que den beneficios).

La creatividad –cuando se hace bien– mueve la aguja y hace que al menos una parte de la gente que dudaba entre la opción A y la opción B se termine inclinando por la que más nos interesa.

Lo fascinante de esta ecuación es que las opciones A y B pueden ser dos detergentes, dos zapatillas o dos seguros del hogar; pero también pueden ser actuar o no actuar frente a la crisis climática. Avanzar o retroceder en los derechos de un colectivo. Promover un mundo más desigual o más justo.

La creatividad es un arma muy potente. Y esto lo sé porque, después de 14 años trabajando en publicidad, he podido ver y aprender de gente que la usa mejor que nadie. De formas muy distintas, pero con el mismo resultado: inclinar la balanza.

En las agencias por las que he tenido la suerte de pasar he aprendido que la creatividad puede ser un guión sorprendente, una estrategia transformadora, una acción viral o un post compartido por miles de personas. Pero, sea cual sea su forma, el resultado es el mismo: la creatividad tiene impacto. Y yo quiero que ese impacto sea positivo.

Por eso me incorporo a 21gramos.

Porque creo que no hay mejor sitio para ser creativo y tener impacto que una agencia que nació para promover la comunicación consciente. Que tiene a sus espaldas 17 años de aprendizaje y  solidez estratégica. Que no se apunta a la moda de lo sostenible, sino que lidera el cambio positivo.

Y con quienes tuve la suerte de colaborar en el lanzamiento de Igluu, la primera revista de lifestyle consciente. Un proyecto que me demostró que la creatividad también puede hacer la sostenibilidad atractiva, deseable o incluso divertida.

La creatividad sirve. Y mucho.

Y no se me ocurre un mejor sitio para ponerla en práctica.

Nico Ordozgoiti

Director Creativo Ejecutivo de 21gramos

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