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Taxonomía Verde Europea: (casi) todo lo que necesitas saber, en seis claves

Por Albert Vilariño, consultor ESG en 21gramos.

Si diriges una empresa, es probable que últimamente hayas oído hablar de la Taxonomía Verde Europea. Pero ¿realmente sabes en qué consiste y cómo puede impactar en tu negocio? A veces puede parecer que las normativas son solo otro obstáculo más. Sin embargo, esta en particular va mucho más allá de ser una simple obligación. Y esto podría (y debería) interesarte.

Lo primero de todo: ¿Qué es la Taxonomía Verde?

La Taxonomía Verde Europea, establecida en el Reglamento UE 2020/852, es un sistema que clasifica qué actividades económicas son verdaderamente sostenibles. En palabras sencillas, nos da una guía sobre qué se considera verde en sectores como la energía, la construcción o el transporte, entre otros. ¿Por qué es importante? Porque establece un marco común para que tanto inversores como empresas hablen el mismo idioma cuando se trata de sostenibilidad. Esto, al final del día, te ayudará a saber si las inversiones que haces o las actividades de tu empresa están alineadas con los objetivos climáticos de la Unión Europea. Además, este marco promueve la canalización de inversiones hacia actividades sostenibles, generando oportunidades de crecimiento y competitividad para aquellas empresas que apuestan por la sostenibilidad.

¿Qué tipo de empresas están obligadas a reportar?

La Taxonomía Verde es aplicable a empresas que ya están sujetas a las normas de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD, por sus siglas en inglés). La CSRD será obligatoria para las entidades que cumplan ciertos requisitos relacionados con su tamaño, ingresos y número de empleados. Para más detalles sobre quién debe cumplir con esta directiva y cómo afecta a las empresas, puedes consultar esta entrada sobre la CSRD que hicimos en 21gramos. Y, si lo tienes todo claro, puedes hacer nuestro test para saber cómo afectará a tu compañía.

¿Qué actividades se consideran sostenibles?

Para que una actividad sea considerada sostenible bajo la Taxonomía Verde, debe contribuir positiva y sustancialmente al menos a uno de estos seis objetivos medioambientales:

  1. Mitigación del cambio climático.
  2. Adaptación al cambio climático.
  3. Uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos.
  4. Transición hacia una economía circular.
  5. Prevención y control de la contaminación.
  6. Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.

 

Además, la actividad sostenible no debe no causar daños a ninguno de los otros objetivos. Este principio de «no causar daño significativo» (DNSH en inglés) es crucial para que una actividad sea considerada verde. También se debe cumplir con las garantías mínimas en términos de derechos humanos y laborales, conforme a los estándares de la OCDE y la ONU.

¿Qué se debe reportar?

La Taxonomía Verde requiere que las empresas reporten una serie de indicadores financieros y no financieros para demostrar su alineación con los objetivos de sostenibilidad. Entre ellos, destacan:

  • CAPEX (gastos de capital): deben calcular el porcentaje de inversiones en activos que contribuyen a actividades sostenibles, como instalaciones de energías renovables o tecnología verde, por ejemplo.
  • OPEX (gastos operacionales): deben calcular el porcentaje de los gastos operativos relacionados con actividades sostenibles, como la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones o el uso de materiales reciclados.
  • Cálculos contables: están obligadas a detallar la metodología utilizada para calcularlos. Esto incluye cómo se determina qué parte de los ingresos, CAPEX y OPEX están relacionados con actividades alineadas con la Taxonomía, proporcionando claridad sobre el proceso y asegurando la transparencia en los informes. Explicar esta metodología es clave para demostrar que los cálculos reflejan fielmente el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.

Posibles sanciones por no reportar

Si una empresa no cumple con sus obligaciones de reporte, puede enfrentarse a multas significativas impuestas por los reguladores nacionales. Además, la falta de cumplimiento puede llevar a la pérdida de acceso a financiación sostenible, una oportunidad clave para empresas que busquen innovar o expandirse en sectores relacionados con la sostenibilidad.

Oportunidades para innovar y ser más competitivo

La Taxonomía Verde no solo presenta un marco regulatorio que cumplir, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades para la innovación y el crecimiento. Si decides adelantarte y adaptar tu empresa proactivamente, podrá beneficiarse de varias maneras. Alinear sus actividades con los objetivos de la Taxonomía no solo la hará más atractiva para un mercado de inversores enfocado en la sostenibilidad, sino que también podrá acceder a fondos de inversión sostenibles y captar capital con mejores condiciones.

Además, adaptar tu empresa a la Taxonomía puede mejorar su eficiencia operativa a largo plazo. Implementar prácticas más eficientes en el uso de energía o recursos no solo ayuda a reducir el impacto ambiental, sino que también disminuye los costes operativos, aumentando la rentabilidad. Cumplir con la Taxonomía Verde también mejora la reputación corporativa, posicionando a la empresa como un referente en su sector y generando confianza en clientes y socios comerciales. Esto favorecerá la atracción de consumidores que valoren el compromiso ambiental y facilitará alianzas estratégicas con otras empresas que compartan los mismos valores.

En resumen: ¿obligación u oportunidad?

La Taxonomía Verde puede parecer, a primera vista, otra normativa más con la que lidiar. Pero si lo miras más de cerca, es mucho más que eso. Es una oportunidad para hacer las cosas mejor, innovar y destacarte en el mercado. La sostenibilidad ya no es una opción, es una obligación, y las empresas que la abracen serán las que lideren el cambio hacia un futuro más sostenible.


En 21gramos entendemos que este proceso puede parecer complicado, pero estamos aquí para ayudarte. Podemos acompañarte en todo el camino, desde el análisis de tus actividades hasta el reporte conforme a la Taxonomía Verde. Escríbenos a  hola@21gramos.net o también a victoria@21gramos.net y nos tomamos un café.


Si te interesan estos temas, te invitamos a pasarte por el blog de nuestro compañero Albert Vilariño, en el que habla de tendencias de sostenibilidad, reputación corporativa y diversidad. 

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