Por Carmen Buxens, directora técnica ESG de 21gramos.
A menudo muchos de nuestros clientes y colegas nos dicen que no entienden bien qué es ni para qué sirve el proceso de doble materialidad y, como compartir es vivir, aquí van las respuestas a algunas de sus dudas.
No hay dudas: 2024 es el año de la sostenibilidad en la Unión Europea. La Directiva Europea de información corporativa en materia de sostenibilidad (más vale que te vayan sonando viejas y nuevas siglas como ESG, CSRD, EFRAG, IRO….) entra en vigor este curso y, con ella, llegan importantes novedades que afectan a las empresas.
Como consultora especializada en sostenibilidad, a menudo se acercan a nosotros profesionales y responsables del área que no tienen claro de dónde viene esta nueva normativa que exige hacer el proceso de doble materialidad, entre otras cosas, ni a qué responde, por qué y cómo les afecta. Pero, como creemos que el conocimiento compartido vale más, hemos preparado un pequeño resumen sobre las dudas más relevantes. Si tienes más, estamos al otro lado del teléfono… O de hola@21gramos.net si eres Z y te da apuro llamar.
¿De dónde viene la doble materialidad?
La reciente Directiva sobre Información Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) desarrolla en su tercer apartado el proceso de doble materialidad propuesto por el Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera (EFRAG) –y ya van dos siglas desbloqueadas–. Con este concepto alejan el conocido «reporte de Información No Financiera» de nuestra vida y elevan los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (o, si preferimos sus siglas, ESG) al mismo nivel de relevancia que los financieros.
Es la EFRAG quien introduce la evolución de la materialidad a secas a la denominación de doble materialidad o doble importancia relativa y la establece como el punto de partida para la elaboración del Informe de Sostenibilidad de las compañías. Así que no: no le eches la culpa a los consultores, que no es cosa suya. La doble materialidad determina los asuntos que deben tratarse y comunicarse a los grupos de interés, así como el dimensionamiento de la información que la compañía deberá divulgar en función de la importancia que adquieren estos temas las partes interesadas.
¿Quién y cómo debe priorizar la importancia de estos temas?
SPOILER: toca medir de verdad y prepararse para la verificación, que hacerlo a ojímetro ya no es válido.
Entre los aspectos que se tienen en cuenta en este proceso es necesario consultar a las partes interesadas, que son quienes deben evaluar la importancia relativa de los asuntos. Dicho de otra forma, las compañías deben preguntar en su entorno antes de evaluar los distintos temas que pueden afectarles, cuestiones específicas que van desde la generación de empleo de calidad hasta la contaminación de cualquier tipo, incluyendo también la información de los proveedores.
La decisión sobre la importancia de un tema se debe evaluar desde la escucha y el diálogo con estas partes interesadas y siguiendo los procesos de evaluación marcados por –sorpresa– la EFRAG. Son muchas las compañías que ya han incorporado esta metodología en sus reportes. De hecho, y aunque la directiva se incorporará gradualmente a partir de 2024 en función del tamaño y facturación de las empresas, ya tenemos ejemplos de varias compañías del IBEX que han utilizado la doble materialidad. Por ejemplo, Iberdrola evolucionó su metodología entre 2021 y 2022 y adoptó un enfoque de doble materialidad alineado con los estándares GRI y las recomendaciones de la EFRAG y otras muchas empresas lo han incorporado en el ejercicio 2023, como es el caso de FCC-Aqualia, que conocemos de cerca en 21gramos.
¿Qué ventajas tiene hacer la doble materialidad?
Por lo que hemos podido hablar con nuestros clientes y colegas, muchos opinan que la doble materialidad requiere un análisis demasiado pormenorizado para el resultado que esperan.
Sin embargo, en 21gramos no estamos de acuerdo con ellos. La realidad es que la identificación, evaluación y priorización de los impactos, riesgos y oportunidades –también conocidos como IRO, otra sigla resuelta– reales y potenciales, positivos y negativos de la compañía se ha convertido en una tarea obligatoria para la elaboración de la información sobre sostenibilidad de la directiva europea. A su vez, son un elemento clave en la elaboración de la estrategia de sostenibilidad en las compañías.
Junto con los IRO, la identificación de los requisitos, expectativas y preocupaciones de las partes interesadas constituye una información elemental para nutrir la hoja de ruta que también exige la norma. La doble materialidad se convierte entonces en el fundamento material para elaborar la estrategia de la compañía, pero también en un ejercicio importante para que ésta se conozca mejor a sí misma: su elaboración ayuda a recorrer una parte importante de su camino para determinar los ejes, líneas y proyectos que deberán marcar su estrategia ESG.
¿Qué aspectos nutren especialmente a la estrategia de las compañías?
Dentro de la elaboración de la doble materialidad, la escucha y el análisis acerca del grado de criticidad de los impactos en los diferentes países donde las compañías actúan es clave.
Este punto marcará los asuntos en los que se deberá centrar la estrategia ESG en cada zona, así como el nivel de desagregación de la información que se debe reportar. Y además, la estratégica podrá dar respuesta a las situaciones críticas identificadas en zonas donde prestamos nuestros servicios. La escucha ayuda a generar una gobernanza global capaz de generar procedimientos y mecanismos que se adapten en cada región a posibles eventualidades críticas.
Bola Extra: la doble materialidad estratégica y el Plan ESG Dinámico que hacemos en 21gramos
En 21gramos creemos que la escucha estratégica es la clave para que el proceso de materialidad sea efectivo a la hora de integrar las expectativas, preocupaciones y necesidades de los grupos de interés en la estrategia de la compañía. Estamos convencidos de que es una forma extraordinariamente rigurosa de crear valor y asumir compromisos reales y demostrables con los grupos de interés, lo que genera una relación de confianza con el entorno, que percibe de primera mano que se le hace partícipe de la estrategia de la organización. En medio de esta crisis de infoxicación que sufre la sostenibilidad hoy, la doble materialidad estratégica, acompañada de una comunicación valiente y honesta, pone en valor una máxima que es más importante que nunca: si lo haces bien, cuéntalo bien.
De este modo, elevamos el análisis de materialidad a un proceso que ayuda a elaborar y nutrir la estrategia de la compañía, en lo que denominamos doble materialidad estratégica. Es una propuesta alineada con la que desarrolla la EFRAG y que nos afianza en nuestro camino para acompañar a las empresas en la elaboración de su doble materialidad y sus estrategias ESG.
Como expertos en la elaboración de hojas de ruta ESG, utilizamos los resultados que extraemos de la escucha para elaborar un DAFO ESG, una herramienta que aporta a nuestros clientes una visión completa del estado de la cuestión en la compañía. Con ella vamos más allá de los asuntos relevantes, creando una metodología que, por cierto, debe actualizarse constantemente mediante el diálogo con los grupos de interés.
Como resultado, cocreamos junto a las compañías estrategias propias y adaptadas a su realidad, siempre construidas desde el rigor, que integran la monitorización y la evaluación y que son dinámicas al permitir su evolución. Una herramienta que nos permite acompañar a nuestros clientes en su camino de sostenibilidad: llevamos desde 2006 años siendo sherpas del impacto positivo y queremos seguir avanzando juntos hacia una sociedad más justa, humana y sostenible.
